Hace pocos días, me llego este correo:
“ ¿Eres profesional , tienes una empresa, eres artesano o estás emprendiendo? ¡Tenemos una gran noticia para ti! ”
Madre mía… ¿cuál será esa fantástica noticia que sirve para todos los rubros de la humanidad?
¿Algo más para preguntarme?
¿Si soy doctor, escribano, albañil o lanzador de jabalina?
No seguí leyendo, me desconectó, lo siento.
Supongo que se trataba de alguien intentando vender marketing o algún servicio.
Venta en lata.
Y aunque todavía no estoy escribiendo con intención de enseñar copy (lo haré, lo sé), este correo me pudo más.
Pensé en toda la gente que quiere vender enlatado.
Y la vida, es un poquito más que eso.
Antes de que alguien de marketing se ofenda.
Si eres de marketing , te haré una pregunta que me hicieron hace tiempo:
¿Quieres el beso de la mentira o el cachetazo de la verdad?
Sigo.
Ese primer párrafo es como cazar en el desierto con una ametralladora:
Tiros para todos lados.
Tal vez caiga algún animal.
Pero gastarás tantas balas que, primero: te verán como alguien poco experto.
Y segundo: te va a salir carísimo.
Puedo entender que quieras llegar al máximo público posible.
Pero entonces, enfoca tu mensaje desde otro lugar.
Todos, más o menos, compartimos las mismas aspiraciones cavernícolas, son pocas, pero con muchas ramificaciones.
Por ejemplo:
Queremos libertad. Queremos vivir mejor.
Entonces, ¿qué beneficio real da tu producto o servicio?
Por ejemplo: ¿Ganar dinero?
Perfecto.
¿Y para qué sirve el dinero?
Para ser más libre.
Tu mensaje tiene que hablarle a esa libertad.
Tiene que hacer sentir.
¡SENTIR!
No quiero comida enlatada.
Quiero un plato casero.
Y si vos también queres hacer sentir cosas al otro…
Suscribete a mi lista, o ve más rápido y contrátame.
hola@robertommandia.com
(Comida casera, prometido)
Abrazos y más.
RobertoMMandiá