Sí. Estoy disponible.
Pero, la verdad es que no te importa.
Vivimos en la era de la des-conexión.
Un tiempo el cual muchos en «la internet», incorporaron un modus operandi que me fastidia: escribir y no responder.
Al principio pensaba que solo me pasaba a mí.
Que justo me tocaba gente irrespetuosa.
Pero no.
Creo que es un problema más profundo… y quizás irreversible.
Ejemplo simple:
¿Cuántos emprendimientos reciben mensajes llenos de vacío?
— ¿Precio?
— ¿Dirección?
¡Un robot tiene más humanidad!
¿Dónde quedó la educación?
¿La presentación?
¿Lo simple de ser amable?
Es increíble que en la era de la conexión estamos más desconectados que nunca. No hay explicación.
¿Nos han idiotizado?
¿Por qué perdimos eso?
¿Tan difícil es hablar bien?
Aunque respondas, vuelve a pasar.
Y peor.
¿Conoces la frase si te he visto no me acuerdo?
No responden más.
Ni “gracias”.
¿Ya se han imaginado entrar a una tienda en persona sin saludar, sin decir nada, caer como en paracaídas y decir, precio?
¡Por favor! No lo haría nadie.
¿Por qué a través de un celular, que se supone que es para facilitarte la vida te importa nada el que esta del otro lado?
Tengo un artículo publicado, y la cantidad de personas que me preguntan:
_ ¿Está disponible?
_ Buenas tardes, si está disponible, ¿en que lo puedo servir?.
SILENCIO…
Como si hubiera soplado un viento en el desierto.
¿Para qué preguntar?
Enserio.
Es tan fácil ser amable, y tan barato.
¡No me puedo acostumbrar!
¡No, no y no!
Tal vez no debería perder mi tiempo ni energía con esto, pero acá estoy escribiendo estas palabras quien sabe para qué
¡Un momento!
Si se para qué.
Para recordarme educar a mis hijos en todos los detalles.
Para enseñarles que, aunque van a vivir en una era idiotizada. En su mundo, lo que construirán en sus propios hogares, lo sigan haciendo con amor , respeto y educación.
Y así tal vez, solo tal vez, lo reviertan.
Abrazos y palabras.
Roberto.